ISLA DE COCHE
REFLEJO DE LUZ EN EL CARIBE
Texto y Fotografía: Ruse Martín Galano
Fotografía portada: José Voglar
Visitamos una isla de luz refractada en el Mar Caribe. Conocimos a sus afables habitantes y recorrimos sus coloridos pueblos. Nakamura y Jhan Franco, pusieron el sabor y Punta Blanca, la hospitalidad y el confort.
Coche: Isla de luz refractada en el Mar Caribe.
Resplandor Insular
Una travesía marítima nos llevó al encuentro de un trozo de tierra que flota en la inmensidad de un mar que la resguarda. Sus intensos colores se los da la luz que la invade desde el cielo, como si se tratara de un prisma penetrado por la luz blanca. ¿Será que Isaac Newton estuvo por allí y descubrió el arcoíris? Quizá Dante Alighieri no hubiera tenido mejor escenario que ese para describir a “Dios como luz sobre la luz”, en su Divina Comedia. Probablemente el maestro Jesús Soto visitó esta isla en algún momento de su imaginación y llegó a la conclusión de que “Dios era sólo luz”.
Ruse Martín Galano, en Isla de Coche.
La Isla de Coche está envuelta por una prodigiosa luminosidad que le da vida a sus azules playas, a su roja tierra y a sus verdes cocotales. Le da alegría y bendice a su gente afable, dedicada a las faenas del mar.
Ayer y Hoy
Se dice que el nombre de la Isla de Coche viene de la lengua Caribe y que significa, «Venado«. Que fue llamada “Cochen” por los índios Guaiquerí, (primeros habitantes) y que fue habitada por los implacables colonizadores españoles (1528), para apoderarse y explotar sus ricos ostrales y su valiosa salina. Hoy, esta singular tierra insular, cuenta su propia historia y vive su muy particular y apacible presente, sin dejarse influenciar por la ascendencia del mundo exterior.
Así comenzó nuestro inolvidable Viaje
En esta experiencia de viaje, nos trasladamos hasta la Isla de Margarita con la excelente y puntual aerolínea Avior Airlines. Trabajamos con la Operadora turística, “FelizViaje.com”, ubicada en Porlamar. Ellos nos recomendaron la mejor opción de hospedaje en la Isla de Coche: Hotel Punta Blanca.
Ermita de la Isla de Coche.
Fachada de casa del pueblo. Foto. José Voglar.
En compañía de nuestra guía, Reina Rodríguez, iniciamos el recorrido por los 11 kilómetros de largo y 6 kilómetros de ancho, de la Isla de Coche. Visitamos sus 6 pueblitos: San Pedro de Coche (capital) , El Bichar, Güinima, El Amparo, El Guamache y La Uva. Nos embelesamos con los paisajes marinos, que parecen sacados de un lienzo minuciosamente pintado.
Justino Antonio Pérez Salazar, pescador y artesano.
Sus artesanías originales.
Compartimos con su emprendedora gente como Justino Antonio Pérez Salazar, pescador y artesano y su simpática esposa Ofelia Margarita. Conocimos el trabajo artesanal de Luis José Bermúdez Requena, quien construye piezas artísticas populares, con desechos marinos; los cuadros que pinta su hermano Modesto José Bermúdez, quien ha sido reconocido y galardonado por su trabajo.
Esta es la Piedra de Piache, que según la leyenda, si se cae, se hunde la Isla de Coche.
Playa El Amor, de la que se tiene la creencia de que entran dos y salen tres.
Cementerio de Conchas, en Isla de Coche.
Pasamos por el Cementerio de Conchas, y por la famosa Salina de Coche. Nos paramos frente a la muy nombrada Piedra de Piache, que según la leyenda, si se cae, se hunde la isla de Coche. Vimos los fastuosos acantilados en la Playa El Coco y llegamos a la Playa El Amor, de la que se tiene la creencia de que entran dos y salen tres. De hecho, Osmán Pérez Rodríguez, nuestro taxista en el viaje, nos confesó que a él lo “hicieron en esa playa”, así como a la mayoría del pueblo. Como comprenderán nosotros llegamos y nos fuimos rapidito!!!
Camarón adulto de la Granja de engorde, en Isla de Coche.
Camarones de la Granja de engorde, Isla de Coche.
Camarón que se duerme…
En este caso, no se lo lleva la corriente, sino que se queda tranquilo en cautiverio, esperando crecer para dejar de ser un nauclio y convertirse en una postlarva. Esta historia comienza en un tanque de agua de unos 5 metros de diámetro y unos 70 cm de profundidad. Allí están reunidos unos 60 machos y 60 hembras, bien alimentados, para cumplir con la habitual función de aparearse, actividad que ocurre cada 8 días aproximadamente. Es así de sencillo, como si se tratara de una producción en serie: los camarones hembras son fecundados por el macho padrote y en menos de 4 horas ya están desovando y devueltas a su tanque reproductor, para iniciar nuevamente el ciclo. Los huevos por su parte, en otro tanque, eclosionan a las 12 horas convirtiéndose en unos microscópicos nauplios que van a ir creciendo durante 24 días a través de un proceso llamado larvicultura.
Nauclio que se convertirá en una postlarva.
Larvas de Camarón.
Cumplida esta fase ya pasan a ser unas post larvas y están preparados para ser llevados a las granjas de engorde, donde después de 20 semanas, expuestos a un ciclo de crecimiento, los camarones ya son unos adultos de 18 gramos, listos para su venta. Es interesante apreciar la reproducción de este tipo de camarón blanco del Pacífico (litopenaeus Vannamei), que se introdujo en Venezuela, hace más de 20 años y que en la actualidad, se cultiva en la Isla de Coche.
Baile «El Carite», una de las más arraigadas tradiciones folklóricas del Estado Nueva Esparta.
«El Carite», es una de las expresiones culturales más completas: es música, baile, vocalización, teatro.
Tradición de un pueblo…
“Ayer salió la lancha Nueva Esparta, salió confiada a recorrer los mares: encontró un pez de fuerza muy ligera que agarra los anzuelos y revienta los guarales”…
¿Se acuerda de esta canción? Esta es la primera estrofa de la música de “El Carite”, una de las más arraigadas tradiciones folklóricas del Estado Nueva Esparta, cuya letra original es de, Rafael González, nativo de la Isla de Coche. “Es el segundo himno del estado nueva esparta; se ha llevado a música sinfónica, ha transcendido fronteras como Caballo Viejo y Barlovento”, nos expresó, Ramón Fernández, cronista del Municipio Villalba, quien explicó, “El Carite» es una de las expresiones culturales más completas: es música, baile, vocalización, teatro. A partir de algunas vivencias de nuestra gente, el poeta o el escritor hace las décimas, alguien le hace la música y lo llevan a algo jocoso; tiene que ver con la vida marina”. Por su parte, el profesor, Luis José Fernández, nos comentó: “La diversión es todo para el cochero. Nosotros consideramos a la tradición como una diversión; un motivo alegre, parrandero. Nació con ese nombre y nadie lo cambiará”.
El profesor Fernández quien es natural de Isla de Coche, explicó: “el pescador buscó una expansión festiva, pues comenzó celebrando la navidad y la entrada del año nuevo. Estableció como primera diversión, El Baile de la Burriquita, en todo el Oriente del país. Luego, buscó otra forma de diversión inspirado en una Paraulata: la versificó, le puso música y la bailó. Así con todas las especies del mar”.
Instalaciones en el Hotel Punta Blanca, Isla de Coche.
Vista hacia la playa desde la piscina del Hotel Punta Blanca.
Recepción de Hotel Punta Blanca, en Isla de Coche.
Playa del Hotel Punta Blanca, Isla de Coche.
Instalaciones en el Hotel Punta Blanca, Isla de Coche.
Hotel Punta Blanca
Sin lugar a dudas, la mejor opción de hospedaje en la Isla de Coche, es este hotel con una superficie de 40.000 mts2, diseñado por el arquitecto Oscar Mejías, quien supo fusionar estilos disímiles en un solo ambiente de playa: cuatro grandes churuatas indígenas, separadas por una inmensa piscina con cascada, es la entrada de Punta Blanca. Detrás, rodeados de cocotales y un bien logrado paisajismo natural, se encuentran las casas de los huéspedes. Son habitaciones amplias, frescas y muy cómodas. La ducha es espaciosa y no tiene techo, para que tu baño sea diferente, con el cielo de compañía. Los dos restaurantes están dirigidos por el reconocido chef de origen japonés, Luis Nakamura, quien tiene una larga y exitosa carrera en Venezuela. La comida es simplemente exquisita. Hay una tiendita bien provista, una sala de Internet, parque infantil y servicios de velerismo, kayak, windsurf, kitesurf, waverunners y banana boat.
Luis Nakamura, una persona sencilla y amable con su equipo de cocina.
Nakamura & Jhan Franco
Compartimos con Luis Nakamura, una persona sencilla y amable. Este profesional de los fogones, es además, profesor del Instituto Iberoamericano Gastronómico en la Isla de Margarita. “Para mí es una gran satisfacción transmitir mis conocimientos y dejar de alguna una huella positiva en esta hermoso país”, comentó Nakamura, quien califica su labor culinaria como de autor en un 80% . Basa su trabajo en la fusión de ingredientes propios de una receta internacional, con productos naturales de la región oriental venezolana. “Aquí mismo en la Isla de Coche, hay ingredientes que fácilmente se han incorporado a recetas de otros países, dando lugar a una cocina de fusión muy gustosa. El ají dulce, por ejemplo, es autóctono de este país, es el ingrediente que hace posible la fusión de la comida venezolana con la extranjera. Para mí el ají dulce tiene un aroma y un sabor subliminal. Si usted le coloca este ingrediente a un ceviche peruano, a un plato chino, o japonés, el sabor se torna familiar y agradable al paladar del venezolano, acostumbrado a esta sazón”.
Jhan Franco Parra Portillo, niño chef de apenas 13 años de edad.
Jhan Franco en plena faena.
Tuvimos otra grata sorpresa cuando conocimos a un invitado especial de Nakamura que estaba en ese momento en el Hotel: Jhan Franco Parra Portillo, un niño chef de apenas 13 años de edad, que ya comenzó a sumar reconocimientos y premiaciones, en el mundo de la gastronomía. Jhan Franco, inició sus primeros pasos en la cocina desde que tenía cuatro años, cuando observaba a su mentora y madrina Milena, propietaria del restaurante Charlie, en Pampatar, Isla de Margarita.
Agradecimientos
Leonardo Ravelo, Gerente de la Camaronera Nauclios, Orlando Pichardo, Jefe de la Granja Camaronera Promotora Los Cocos. Luis Nakamura, Chef y José Carlos Sánchez, Gerente del Hotel Punta Blanca.
