Considerando Dolarizar a Venezuela
Fuente: Manuel F. Perez, MPA
Suena lógico, que Venezuela use los dolares petroleros directamente para recuperar la economía, más eso ignora una gran realidad: La deuda internacional ya esta dolarizada, y muchas actividades gubernamentales (y criminales) se financian directamente de los márgenes de ganancia producto de la venta de dólares dentro del país.
Veamos la situación de forma muy sencilla: Los dólares llegan al Banco Central (si, dije que lo mantendría muy sencillo), y se ofrecen en venta a cambio de Bolivares. El Banco usa esos Bolivares para financiar las actividades del gobierno. Y si el gobierno necesita mas Bolivares para pagar un programa especial, pues simplemente le sube el precio de venta de los dólares. Sencillo y bastante fácil de manejar y controlar. Eso si, la realidad es algo mas compleja y menos transparente debido a algunas excepciones a las reglas, pero en general funciona como lo he descrito. La otra fuente de ingresos para el gobierno, es el sistema monetario de gobierno y poder, aunque pareceiera que ya ese sistema esta cerca de agotamiento al solo haber plusvalía de fuerzas punitiva y grupos de fuerza que no traen ingresos adicionales/externos, sino que mas bien parecen desangrar la escasa productividad nacional.
De forma muy sencilla, la dolarización requeriría eliminar la fuente de ingresos aparentes de la venta de dólares oficiales, mejorando la situación económica de los sectores comerciales e industriales, sembrando caos en el público que tendría que dejar de pensar en “millones” y acostumbrarse a pensar en centavos, y también generaría grandes ajustes en el sector criminal que buscaría nuevas formas de enriquecerse, ante un gobierno débil por falta de recursos. La problemática de despido de grandes porciones de la nómina de gobierno tendría sus impactos negativos también, aunque se podría sacar provecho de la experiencia del Ecuador, el cual logró dolarizar su economía con suficiente éxito que ahora hasta tienen escándalos noticiosos de corrupción.
Ya el gobierno venezolano lanzó el intento de usar cryptomoneda, el Petro, para reactivar su economía, pero se olvidó de que la cryptomoneda requiere redes confiables de telefonía móvil y de energía eléctrica para que el pueblo pueda accesarla. En Africa, hay monedas digitales muy exitosas, como la mPesa, que utilizan la red celular para su funcionamiento, pero Venezuela ya no tiene la red confiable de telefonía e internet que existía a inicios de siglo. Además, mPesa se fundamenta en la confianza de sus usuarios en la empresa telefónica, pues los pueblos respectivos desconfían de las redes financieras tradicionales y sus entes de gobierno. En el caso de Venezuela, la intervención gubernamental ha dejado a las empresas de telefonía celular en situación precaria, y sus sistemas requieren insumos y mantenimiento para recuperar una operación confiable y regular fuera de las grandes ciudades.
¿Cómo se esto, si yo vivo en el exterior? Básicamente porque debo comunicarme regularmente con familia y allegados en Venezuela, y sufro las consecuencias de las caídas de línea y dificultades de conexión internet que es el quehacer diario de quien vive en Venezuela. Por eso se que las monedas digitales y cryptomonedas no pueden reemplazar el dinero en efectivo, pues hasta la banca digital se hace imposible con cierta regularidad.
Cualquier país en esta situación, con una población marginalizada de los sistemas financieros en franco aumento debido al deterioro de sus redes de comunicación y electrificación, enfrenta un reto inmenso para lograr la dolarización de su economía. Y si agregamos a ello el reto de transformar la administración pública a los nuevos requisitos, yo diría que es un momento oportuno para que uno de los grandes bancos multinacionales ofrezca tomar control del ecosistema bancario y financiero venezolano (o de cualquier otro país en situación similar) para asi coordinar y afianzar la transformación económica de dicho país. Esto reduciría el costo político para el gobierno respectivo y traería consigo el beneficio de incluir nuevas líneas de crédito para los comercios e industrias existentes. En mi análisis de “vuelo de pájaro” observo que los grandes intereses financieros asiáticos podrían apalancar las deudas y relaciones del gobierno Chino con Venezuela, así como el interés de dicho gobierno asiático de fortalecer su propia moneda a nivel internacional. Al dolarizar la economía de un país en crisis, hacen uso del la fe de los pueblos hispanos en el dólar, a la vez que fortalecen las bases para una posible “yuanización” en el momento preciso. Esta empresa financiera debería también estudiar cómo resolver la deuda de PDVSA con los intereses soviéticos y chinos, así como las reformas legales necesarias para asegurar su autonomía y control sobre la economía del país que estaría renunciando a su soberanía y entregándose a una nueva forma de colonialismo.
La dolarización, entonces, me parece más bien una solución cortoplacista atractiva para quienes no son gobierno. Evidentemente, el corto plazo es prioritario cuando hay escasez de comida, medicina y otros productos y servicios de primera necesidad, pero los gobernantes respectivos deberían considerar cómo podrán recuperar su propia moneda y soberanía en el sistema monetario de gobierno, poder e influencia una vez que lo hayan entregado a los Estados Unidos de América u otro poder internacional.
Fuente: Manuel F. Perez, MPA
Presidente de Space Renaissance USA, Fundador del Grupo Asesor CRYPSA, y de Coach Hispano Inc.
Autor de “CASH IN!” y de “3 Monetary Ecosystems”.