DIGITALIZACIÓN PROFUNDA
ACELERACIÓN A LAS BRAVAS, A CONTRARRELOJ
Texto: E. Latorre
Crédito y Caución – Prisma
Imágenes: Cortesía Google
El proceso de migración digital se adelantó cuatro años,
en apenas seis meses.
80% de las grandes compañías mundiales ha acelerado
su transformación digital.
La digitalización es visión y estrategia, rapidez para aprovechar
el momento, pero también planificación a largo plazo.
Ocho de cada diez profesionales cree que la crisis fomentará
la innovación y nuevos modelos de negocio.
Un computador, una conexión a internet, un empleado. Con esos tres palos, el espectáculo (el negocio) puede continuar. Al menos de momento.
Decenas de miles de empresas españolas, millones en el mundo, recurrieron a este trío para sortear el parón presencial el año pasado. Digitalización por las bravas, contrarreloj. De golpe pasamos de apenas un 5% de empleados en modo teletrabajo, a picos del 35%. Según el Banco de España, más o menos rondará el 30% estable cuando se dé por superada la crisis.
El Libro Blanco de la digitalización de las pymes, tras el Covid-19, concluye que ese proceso de migración digital se adelantó cuatro años en apenas seis meses. Ejemplos: desde códigos QR para no usar cartas de papel en los restaurantes a pasarelas de compra online y un inopinado aumento de clientes digitales mayores de 65 años.
Aunque en un contexto económico que nadie esperaba, ese salto en la transición digital puede considerarse una de las consecuencias positivas de aquella fase. Venía anunciándose, promoviéndose, deseándose y de repente, un organismo invisible fue su principal valedor.
¿Y después de esa reacción contra las cuerdas, qué? Toca consolidar la digitalización profunda como ventaja competitiva: por la oportunidad de las ayudas europeas para reactivar la economía haciéndola más digital y por el incremento de la productividad como ventaja genérica. ¿Qué aumento? Las estimaciones son dispares porque dependen de muchas variables. Hablan de un 10, un 15, un 30%. En todo caso debe calcularse a fondo para compensar una inversión tecnológica que si es ambiciosa no es barata.
La transformación incluye una gestión sólida en la nube, desarrollar canales y marketing digitales, implantar marketplaces para ganar clientes nacionales (más del 50% delosespañoles ya compran online ,según el Ministerio de Economía) e internacionales (un nuevo servicio de Crédito y Caución ayuda a sus asegurados a digitalizar los puntos de venta).
En la implantación tecnológica no hay límite. Lo mismo gestión documental para olvidarse de los excels que análisis big data del consumidor. Inteligencia artificial o blockchain aplicados al análisis de riesgo o blindarse para garantizar la continuidad del negocio.
Pero si es ‘profunda’ va mucho más allá que la aplicación concreta. Es visión y estrategia, cambio de mentalidad, rapidez para aprovechar el momento, pero también planificación a largo plazo. No es infalible, requiere método y certeza. Salesforce España la define como “una carrera de fondo donde lo que importa es la perseverancia y seguir en la competición”, no un sprint con recompensa inmediata.
La planificación a medio y largo plazo no es sencilla cuando el cambio acelerado aumenta la incertidumbre en el corto. De hecho, esa inseguridad sería la primera barrera para la digitalización profunda, según una encuesta de KPMG a 1.300 CEO internacionales. Ahí reside la paradoja. Si no vemos claros los escenarios futuros es más difícil orientar la digitalización según el interés de nuestra empresa. Pero al mismo tiempo la digitalización será imprescindible para adaptarla a la evolución de la tecnología y los mercados.
El factor tiempo parece decisivo cuando la escala de la transformación no es solo sectorial, o de país, sino planetaria. La lentitud de reflejos implica ensanchar la brecha digital con una competencia más ágil. Por ejemplo, el estudio de KPMG sostiene que el 80% de las grandes compañías ha acelerado su transformación digital como respuesta a la pandemia. Mientras que, en España, de acuerdo con Salesforce, el porcentaje no es pequeño, pero es menor: el 69%.
Por su parte, IDC prevé que a finales de este año nada menos que el 40% del PIB europeo esté ya digitalizado en un grado notable. Y la opinión en el Barómetro sobre el impacto empresarial del Covid (de la Asociación de Marketing de España) es casi unánime: más de ocho de cada diez profesionales cree que el lado positivo de la crisis fomentará la innovación y nuevos modelos de negocio.
¿El primer paso para subirse a la tendencia? Información en la era de la información. Conocimiento. Tanto externo (asesoría de consultoras especializadas, programas gubernamentales, servicios de prospectiva, innovación abierta, etc.) como interno: la formación de todo el equipo en habilidades digitales para que arraigue y cunda la transformación paso a paso.
Esa conversión de la plantilla puede atraer al talento, generalmente nativo digital, capaz de entender, interpretar y evolucionar la refundación tecnológica de una empresa.
Garantías contractuales digitalizadas
Digitalización, sí, pero con seguridad plena. Esa es la manera en la que Crédito y Caución consigue que sus clientes puedan realizar todo el proceso de contratación pública de forma ‘online’. El objetivo es dar un impulso decidido a
la transformación digital de la licitación pública, aportando una alternativa fiable al documento físico y la gestión presencial. A través de la aplicación CyCaucion, que permite gestionar todos los procesos asociados a la póliza de seguro de caución, se puede solicitar y recibir una garantía, ya sea provisional, definitiva o complementaria, en formato digital. Con esta nueva funcionalidad, deja de ser necesario recoger el documento en formato papel y entregarlo en la ventanilla de la Administración, pasando a convertirse en un proceso totalmente digitalizado.
Fuente: Crédito y Caución. Revista Prisma
Acerca de Crédito y Caución
Crédito y Caución es la marca líder del seguro de crédito interior y a la exportación en España desde su fundación, en 1929. Con una cuota de mercado del 46%, lleva más de 90 años contribuyendo al crecimiento de las empresas, protegiéndolas de los riesgos de impago asociados a sus ventas a crédito de bienes y servicios. La marca Crédito y Caución está presente en España, Portugal y Brasil. En el resto del mundo operamos como Atradius. Somos un operador global del seguro de crédito presente en más de 50 países. Nuestra actividad consolida dentro del Grupo Catalana Occidente.