EL LIDER ANTE LA INNOVACIÓN
Texto: Fundación Rafael del Pino
Fotografía: Google Images
Para los altos directivos y sus equipos que quieran realmente innovar.
Con motivo de la publicación de la obra «El líder ante la innovación» de Tommaso Canonici y Antonio Núñez, tuvo lugar, en la Fundación Rafael del Pino, en Madrid, España, el diálogo sobre “El líder ante la innovación”, en el que participaron: José D. Bogas Gálvez, consejero delegado de Endesa; Iñaki Ereño, consejero delegado de Sanitas; Marieta Jiménez, consejera delegada de Merck España; Tommaso Canonici, socio fundador y director general de Opinno Europa y Antonio Núñez, socio y consejero delegado de Parangon Partners.
Antonio Núñez explicó que el libro del que es coautor, es un libro para los altos directivos y sus equipos que quieran realmente innovar. No es un libro de teoría, sino en clave personal para quienes quieran crear organizaciones innovadoras. El libro es la destilación de las conversaciones con más de cien CEOs, con los que se habla de las claves para innovar y cuáles son las barreras y los obstáculos que surgen en el camino.
Tommaso Canonici, el otro coautor, explicó que las decisiones que tomen hoy las empresas en materia de innovación van a afectar a las compañías mucho más de lo que se cree. Para explicar el verdadero alcance de esas decisiones puso el ejemplo de los motores del Space Shuttle. En todas las versiones del cohete, es lo único que siempre ha sido igual, debido a que se fabrican en Utah y tienen que transportarse a Cabo Cañaveral. El transporte se hace en tren y los cohetes no pueden superar las dimensiones de los túneles que tienen que atravesar en el trayecto. La anchura de los túneles viene determinada por la de las vías, las cuales tienen la anchura de una calzada romana, la cual venía determinada por la distancia necesaria para que dos caballos pudieran caminar juntos. Así es que algo tan lejano en el tiempo como las vías romanas determinan el tamaño de los motores del Space Shuttle.
Canonici, a continuación, presentó 5+1 consejos, extraídos del libro, que consideró muy importantes para el líder innovador. El primero es que el CEO como tomador único de decisiones es ineficaz y peligroso. A la hora de innovar, el poder distribuir la toma de decisiones hace que el efecto amígdala, que puede bloquear a la persona en situaciones de incertidumbre.
Segundo consejo: hasta dónde sea posible, el líder debe inspirar en la organización una actitud de emprendimiento. Da igual cual sea su modelo de negocio, porque va a tener una fecha de caducidad. Necesitamos intra-emprendedores que aporten las ideas para seguir sobreviviendo.
Tercer consejo: la innovación ha de formar parte de la agenda del presidente y del consejo. Cuando el capital es escaso, invertir en eficiencia genera un 6% más de valor, pero invertir en innovación genera cinco veces más valor. El problema reside en que la mayoría de los consejos hicieron su MBA cuando el capital era caro y había que apostar por la eficiencia. Ahora hay que entender que las cosas han cambiado.
Cuarto consejo: en esta nueva realidad no paran de aparecer cosas nuevas. El sentido común le permitirá al CEO filtrar lo que vale y lo que no vale. No se trata de incorporar la última tecnología, sino de cambiar todo lo que viene detrás, la mayoría de las veces personas. Las culturas corporativas no son estáticas, sino que evolucionan con el tiempo y se pueden cambiar. Para cambiar una organización necesitamos que las personas quieran cambiar, sepan cambiar y puedan cambiar, lo que implica enseñar a las personas a innovar.
Quinto consejo: innovar es entender los cambios en las necesidades de los clientes. El ADN de la empresa innovadora se compone de ser capaz de adelantarse a las tendencias, pensar en sus clientes, ser ágil y que todo el mundo en su seno innove. Último consejo: para cambiar e innovar hace falta entusiasmar a la gente. El papel del CEO es inspirar a los demás, pero es el único que tiene una perspectiva global. Además, necesita a sus equipos.
Para concluir su visión de lo que es un líder innovador, Canonici trajo a colación una frase de un inmigrante italiano en Estados Unidos: “Salí hacia Estados Unidos pensando que las carreteras iban a ser de oro, pero cuando llegué allí ni eran de oro, ni había carretera. Me estaban esperando a mí para construirlas”.
Antonio Núñez indicó que la primera clave importante para la innovación es la implicación del líder. Entre sus cualidades, lo primero es tener una visión estratégica de la innovación. En segundo lugar, está la capacidad de innovar y mover a toda la organización. No menos importante son los valores: la ejemplaridad del líder es lo que le legitima. Además, tiene que ser una persona flexible, con capacidad de cambio, de resiliencia. Y tiene que saber comunicar. El consejo debe supervisar al equipo ejecutivo. Hay preguntas como el modelo de negocio que se debe tener, cuáles son los socios, las capacidades adecuadas, el mix de productos y servicios que hay que poner en el mercado. De ahí la importancia de incorporar a los consejos perfiles innovadores, para que el consejo sea diverso.
Marieta Jiménez, cuando eres una empresa de 350 años, como Merk, en el ADN se lleva escrito un proceso de innovación constante. El reto fundamental es ser capaz de reinventarse constantemente para poder tener un modelo de éxito. El principio es crear un propósito, que tiene que definir claramente la visión, a dónde vamos, incluyendo lo que aporta al usuario, y transcender el valor del negocio para entregar algo a la sociedad en la que vive. La innovación tiene que ser real y efectiva en el día a día. En caso contrario, no es posible cambiar los comportamientos y la cultura.
Para Iñaki Ereño, el principal reto es pasar de las palabras a los hechos. La principal tarea del CEO es actuar sobre la cadena de gestión. Si no se cambia nada ahí, no va a ocurrir nada. La estrategia ha cambiado, hay que verla en dos vertientes, a seis meses y a diez años. Los objetivos tienen que ser los propios de la transformación digital. Hay que hacer cambios organizacionales, por ejemplo, tener un comité de transformación digital. Si no cambian los incentivos, esto no va a ocurrir.
Por su parte, José D. Bogas explicó, al respecto, que en el sector eléctrico se está viviendo un momento apasionante, con grandes desafíos y grandes oportunidades. Además de la transformación digital, tienen la transición energética. Las fábricas con las que están produciendo tienen fecha de caducidad y hay que cambiarlas. Aceptar ese cambio es lo más importante. En 2015 introdujeron los valores que creían que la gente que trabaja en Endesa debería tener. Esos valores eran cuatro: innovación, proactividad, responsabilidad y confianza. Sirven de enganche para el cambio cultural en el que se busca innovación, adaptando la tecnología a las condiciones que se necesiten. El reto es ser capaz de internalizar esto. Para atraer el mejor talento innovador, Iñaki Ereño recomendó tener proyectos y que éstos sean inclusivos. Quiere decir que hay que involucrar a todas las personas de la compañía en la transformación digital y eso conlleva escuchar al cliente, trabajar con datos y trabajar transversalmente.
Antonio Núñez recordó que en las empresas también hay mucho talento interno, por lo que aconsejó defender la promoción interna. Para apoyar al equipo de dentro, hay que saber evaluar si tiene las competencias que requieren los nuevos retos y luego atraer el talento que falte.
José D. Bogas añadió que no hay que dividir a la plantilla entre ganadores y perdedores, sino insistir en que vamos todos juntos. Hay que tener un programa potente de formación y ofrecérselo a la gente. La otra gran cuestión es que hay que gestionar con los mejores cada área. Hay que ser inclusivo, motivador, sentirse implicado. Tenemos que ajustarnos a cambio de una empresa viable y sostenible y de un proyecto muy interesante.
Marieta Jiménez matizó que innovación no es solo transformación digital. Eso es una herramienta que nos ayuda en un proceso que hay que hacer como empresa para poder seguir siendo competitivo. Ser CEO de una empresa digital está chupado. Lo difícil es transformar una empresa que tiene un modelo tradicional, como vas a ser capaz de atraer el talento, seducir al que tienes, cuando están conviviendo en las empresas cuatro generaciones diferentes. La digitalización no es solo tema de eficiencia, sino también de sostenibilidad.
Iñaki Ereño enfatizó en la importancia de la implicación del líder y de que una parte fundamental de su tarea es la simplificación de los mensajes para que la gente se sienta segura durante el proceso de transformación.
Marieta Jiménez insistió en que todo empieza con la visión o el propósito. Si no es así, no hay nada detrás. Es lo que después permite contar la historia. La cultura y las personas son palancas aceleradoras. La implicación de los líderes es lo básico.
José D. Bogas, lo importante es la flexibilidad. Como las cosas cambian tanto, hay que saber a dónde se va, pero también hay tener la capacidad de adaptación a los cambios que ocurren constantemente. Hay que valorar el corto plazo tanto como el largo plazo. Se necesita un líder que se lo crea, que salga de su zona de confort.
Para Tommaso Canonici, lo importante es la implicación de los líderes para crear zonas de seguridad psicológica, en la que las personas se sientan cómodas en fallar. Hay que entender que es un cambio largo, con muchas curvas y muchos fallos.
Antonio Núñez, por último, pondría el foco en la implicación del primer ejecutivo. Ya no existe el CEO Superman. Necesita apoyarse en buenos equipos. Sin eso, no hay innovación. Deberían ser personas con valores, además de su competencia técnica.
Ponentes
José D. Bogas Gálvez, Consejero Delegado de Endesa
Iñaki Ereño, Consejero Delegado de Sanitas
Marieta Jiménez, Consejera Delegada de Merck España
Tommaso Canonici, Socio fundador y Director General de Opinno Europa
Antonio Núñez, Socio y CEO de Parangon Partners
Marta del Amo, Editora en jefe de MIT Technology Review en español (moderadora)