EURO DIGITAL
¿QUÉ, POR QUÉ, PARA QUÉ?
Texto: Banco Central EuropeoImágenes: Pixabay

Euro Digital sería un complemento del efectivo, no un sustituto. Foto: Sergei Tokmakov – Pixabay
¿Qué sería?
¿Cuáles serían las ventajas y los retos?
¿Un Euro Digital sustituiría al efectivo?
¿Un Euro Digital sería una moneda alternativa dentro del Eurosistema?
¿Por qué querrían los consumidores utilizar un Euro Digital?
¿Qué datos se espera procesar en los pagos efectuados con un euro digital? ¿Podrán rastrearse los hábitos de pago de una persona y se compartirían con organismos o instituciones públicas?
El Eurosistema no tiene interés en recoger datos de pagos de usuarios individuales, ni en rastrear hábitos de pago o compartir tales datos con organismos o instituciones públicas.
Un euro digital permitiría efectuar pagos sin compartir datos con terceros, a menos que sea necesario para impedir actividades ilícitas.
Para que los pagos sigan siendo una cuestión privada, habría que proteger diferentes tipos de datos, incluidos la identidad del usuario, los datos de cada pago (por ejemplo, su importe) y los metadatos de la operación (por ejemplo, la dirección IP del dispositivo utilizado).
Probablemente los usuarios tendrían que identificarse la primera vez accedieran a los servicios del euro digital, pero podrían mantenerse diferentes grados de privacidad para sus pagos.
También podría proporcionarse un alto nivel de privacidad por otras vías, por ejemplo, manteniendo la identidad de los usuarios separada de los datos del pago, de modo que solo las unidades de inteligencia financiera pudieran obtener esa información dentro de un marco jurídico bien definido con el fin de identificar al ordenante y al beneficiario cuando se sospeche que se ha cometido un delito.
¿Qué consecuencias tendría la emisión de un Euro Digital para el sector bancario?
Un Euro Digital no debería tener consecuencias negativas para el sector financiero. Para ello tendremos en cuenta los siguientes requisitos: i) el euro digital debería utilizarse principalmente como medio de pago y no convertirse en un instrumento de inversión financiera; y ii) los intermediarios supervisados deberían participar en su gestión.
¿Se basaría un Euro Digital en una tecnología de registros distribuidos (distributed ledger technology, DLT), como blockchain?
El Eurosistema está probando diferentes enfoques y tecnologías para crear un euro digital. Esto incluye soluciones centralizadas y descentralizadas como la DLT. Aún no se ha adoptado ninguna decisión al respecto.
¿Qué pasaría si un Banco Central no perteneciente a la zona del euro emite una moneda digital antes que el Eurosistema?
Todos los bancos centrales importantes están estudiando la posibilidad de emitir una moneda digital de banco central, pero no se trata de una carrera ni de una competición. Existe un entendimiento común a nivel del G20 sobre la necesidad de cooperar en cuestiones relativas al uso internacional de monedas digitales de banco central.
Asimismo, la minuciosidad y seguridad son más importantes que la rapidez, ya que necesitamos un sistema que sirva para todos y que sea estable desde el primer día. Un euro digital requeriría cierta infraestructura por parte de los bancos centrales y de los intermediarios supervisados participantes.
El Eurosistema está colaborando con otros bancos centrales para entender las implicaciones de la emisión de una moneda digital en las respectivas economías y compartir ideas y experiencias.
Estamos trabajando en un posible Euro Digital para responder a las necesidades de nuestros ciudadanos y planeamos utilizar opciones de pago europeas por razones de autonomía y soberanía.
¿Por qué un Euro Digital sería mejor que las Stablecoins y los Criptoactivos?
Un Euro Digital sería dinero del Banco Central, es decir, estaría respaldado por un banco central y su diseño respondería a las necesidades de los ciudadanos: no tendría riesgos y respetaría la privacidad y la protección de datos. Los bancos centrales tienen encomendada la tarea de mantener el valor del dinero, con independencia de su forma física o digital.
En cambio, la estabilidad y la fiabilidad de las stablecoins dependen de la entidad que las emite y de la credibilidad y aplicabilidad de su compromiso de mantener su valor a lo largo del tiempo. Además, los emisores privados podrían utilizar los datos personales para fines comerciales.
Dado que no existe una entidad reconocida responsable de los criptoactivos, los consumidores no pueden hacer valer sus derechos.